lunes, 12 de agosto de 2013

La vida sencilla

Llamar al pan y que aparezca 
sobre el mantel el pan de cada día; 
darle al sudor lo suyo y darle al sueño 
y al breve paraíso y al infierno 
y al cuerpo y al minuto lo que piden; 
reír como el mar ríe, el viento ríe, 
sin que la risa suene a vidrios rotos; 
beber y en la embriaguez asir la vida, 
bailar el baile sin perder el paso, 
tocar la mano de un desconocido 
en un día de piedra y agonía 
y que esa mano tenga la firmeza 
que no tuvo la mano del amigo; 
probar la soledad sin que el vinagre 
haga torcer mi boca, ni repita 
mis muecas el espejo, ni el silencio 
se erice con los dientes que rechinan: 
estas cuatro paredes ?papel, yeso, 
alfombra rala y foco amarillento? 
no son aún el prometido infierno; 
que no me duela más aquel deseo, 
helado por el miedo, llaga fría, 
quemadura de labios no besados: 
el agua clara nunca se detiene 
y hay frutas que se caen de maduras; 
saber partir el pan y repartirlo, 
el pan de una verdad común a todos, 
verdad de pan que a todos nos sustenta, 
por cuya levadura soy un hombre, 
un semejante entre mis semejantes; 
pelear por la vida de los vivos, 
dar la vida a los vivos, a la vida, 
y enterrar a los muertos y olvidarlos 
como la tierra los olvida: en frutos... 
Y que a la hora de mi muerte logre 
morir como los hombres y me alcance 
el perdón y la vida perdurable 
del polvo, de los frutos y del polvo.




Octavio Paz

domingo, 28 de julio de 2013

Preciosa y el aire





Su luna de pergamino 

Preciosa tocando viene 
por un anfibio sendero 
de cristales y laureles. 
El silencio sin estrellas, 
huyendo del sonsonete, 
cae donde el mar bate y canta 
su noche llena de peces. 
En los picos de la sierra 
los carabineros duermen 
guardando las blancas torres 
donde viven los ingleses. 
Y los gitanos del agua 
levantan por distraerse, 
glorietas de caracolas 
y ramas de pino verde.

          *
Su luna de pergamino 

Preciosa tocando viene. 
Al verla se ha levantado 
el viento que nunca duerme. 
San Cristobalón desnudo, 
lleno de lenguas celestes, 
mira la niña tocando 
una dulce gaita ausente.

Niña, deja que levante 

tu vestido para verte. 
Abre en mis dedos antiguos 
la rosa azul de tu vientre.

          *
Preciosa tira el pandero 

y corre sin detenerse. 
El viento-hombrón la persigue 
con una espada caliente.

Frunce su rumor el mar. 

Los olivos palidecen. 
Cantan las flautas de umbría 
y el liso gong de la nieve.

¡Preciosa, corre, Preciosa, 

que te coge el viento verde! 
¡Preciosa, corre, Preciosa! 
¡Míralo por dónde viene! 
Sátiro de estrellas bajas 
con sus lenguas relucientes.

          *
Preciosa, llena de miedo, 

entra en la casa que tiene, 
más arriba de los pinos, 
el cónsul de los ingleses.

Asustados por los gritos 

tres carabineros vienen, 
sus negras capas ceñidas 
y los gorros en las sienes.

El inglés da a la gitana 

un vaso de tibia leche, 
y una copa de ginebra 
que Preciosa no se bebe.

Y mientras cuenta, llorando, 

su aventura a aquella gente, 
en las tejas de pizarra 
el viento, furioso, muerde.





Federico García Lorca

viernes, 26 de julio de 2013

Manuel Antonio



I


 Girl from the north country (Johnny Cash & Bob Dylan)

So if you're travelin' in the north country fair, 

Where the winds hit heavy on the borderline, 
Remember me to one who lives there. 
She once was a true love of mine

Vida, Oficios.




Insoslayable para la vida,
la nueva vida me amanece: es un pequeño
sol con raíces que habré de regar mucho
e impulsar a que juegue
su propio ataque contra la cizaña.
Pequeño y pobre pan de la solidaridad,
bandera contra el frío, agua fresca para la sangre:
elementos maternos que no deben alejarse
del corazón.
Y contra la melancolía, la confianza; contra
la desesperación,
la voz del pueblo
vibrando en las ventanas de esta casa secreta.
Descubrir,
descifrar,
articular,
poner en marcha:
viejos oficios de los libertadores y los mártires
que ahora son nuestras obligaciones
y que andan por allí contándonos los pasos:
del desayuno al sueño,
del sigilo en sigilo,
de acción en acción,
de vida en vida.

               Poema de Roque Dalton

Donde todo empieza

"Porque el hombre, a diferencia de cualquier otro ser orgánico o inorgánico del universo, crece más allá de su trabajo, sube los peldaños de sus conceptos, emerge por encima de sus logros" - John Steinbeck

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